lunes, 9 de enero de 2017

MODAS ESTÚPIDAS DE LA HISTORIA


Puede que recordéis aquellos horribles 80, donde las hombreras eran una parte imprescindible de la vestimenta de a pie, pero eso es una nimiedad comparado con las gilipolleces que hemos hecho a lo largo de la historia en temas de moda, aquí os pongo algunos ejemplos de cosas que hemos hecho y que si no han sido mortales ha sido por suerte.

MAQUILLARSE CON PLOMO

Pues durante muchos muchos  años, el plomo ha sido utilizado como muchas cosas, claro que antes no pensaban que era tan tóxico, aunque es cierto que les daba un poco igual, el plomo era un poco el metal de moda y ya era utilizado en el imperio romano, para hacer por ejemplo sartenes, que bueno imaginad, que estaban regular todos, pero su utilización como maquillaje ha sido extendido hasta el siglo XIX, aunque su auge sin duda fue la época victoriana y el esplendor de Versalles, el caso es que el moreno era cosa de labriegos y no estaba de moda entre la” jet set” de esas épocas, así que utilizaban polvo de plomo para ponerse más blancos aún, unas risas en general porque aunque no era mortal de manera inmediata, poco iba envenenando al usuario poco a poco incluso deformando su cara, claro que para taparlo utilizaban mas polvo de plomo… lo cual como entenderéis pues, no mejoraba.

CRINOLINAS

Tal vez no sabréis a que se refiere el nombre, pero es el sustantivo que se le dio a las estructuras de hierro que hacían voluptuosas a las faldas durante algunas épocas, estas piezas muy en voga en la época victoriana (que es en la que más gilipolllas estábamos en temas de moda quitando los 80) lo curioso de este caso es que no era un producto tóxico o una modificación a lo sandias cuadrada como los corsés, el problema era que habiendo fuertes vientos las señoras salían volando, parece coña pero se han documentado varios accidentes de esta índole, lo gracioso (para nosotros, en aquellos días menos) es que algunas señoras voladoras acababan en el agua y entre lo poco práctico del artilugio y el peso se ahogaban inexorablemente.

CUELLOS RÍGIDOS

Lo de los cuellos rígidos es otra de esas cosas que no terminaré de entender never, el caso es que se ponía almidón a aquello a cholón, de modo que eran prácticamente antibalas (esto es una apreciación mía, no está comprobado) el caso es que estaban tan rígidos y duros que podían cortar con el roce constante, pero este no era el peligro, que también, el caso es que si te quedabas dormido (borracho para aumentar las posibilidades de amoches) como se dice coloquialmente,” romperse el cuello”, pues no se rompía el cuello uno pero ejercía presión y si no andabas un poco espabilado morías por asfixia, y en ridículo también, porque no decirlo




URANIO

El uranio era el producto de moda allá por el siglo XIX se hacía de todo con él, pasta de dientes, supositorios, medicinas contra la disfunción eréctil, vamos que era como la panacea, servía para todo, incluso tenía su uso estético al hacer ungüentos para la cara, que digo yo… ¿nadie se daba cuenta que no funcionaba? Vale, brilla y eso mola, pero hostia, una vez que ves que no funciona ¿por qué lo seguían utilizando? Que la primera vez que te metes un supositorio de uranio bueno, pero el resto ya es vicio, en esta categoría podemos meter también al radio ya que las trabajadoras de las fábricas de relojes, se lo restregaban en los dientes porque brillaba y ale, felicidad, en serio, a veces somos muy tontos…

VENDAJES DE PIES

He puesto lo de los vendajes, pero hemos de reconocer que las mujeres en términos de moda han sido salvajemente torturadas, lo de los vendajes en los pies, muy de la cultura china consistía en presionar con una venda el crecimiento del pie desde niñas para que tuviesen los pies pequeños, una salvajada, de hecho perder algún dedo en el proceso era considerado un honor, esto creaba múltiples problemas, ya no solo como es lógico en el pie, también a la hora de caminar, ya que caían con facilidad y a edades avanzadas podrían acabar destruidas, en esta parte podemos meter lo de las mujeres jirafa que se les va metiendo anillas a lo loco en el cuello para alargarlo pero que acaba sin tener capacidad para sujetarlo haciendo de las anillas imprescindibles en su vida.


Y hasta aquí parte de la enfermiza manía del ser humano de estar cuco, diría que hemos aprendido pero cosas como la anorexia o bulimia me hacen pensar que no, no obstante, al menos no nos echamos plomo, mercurio o uranio en la cara o metérnoslo por el ojal… que es un paso.

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